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Estadounidenses usan bandera canadiense para evitar rechazo


Los turistas de Estados Unidos adoptan esta estrategia para evitar confrontaciones y rechazo de servicios en otros países. Con la llegada de Donald Trump al poder ha surgido el sentimiento antiestadounidense en el mundo

Redacción Canadá Crónica Latina

MONTREAL, 20 de septiembre de 2025,— Una práctica que se creía olvidada ha resurgido con fuerza en los últimos meses: ciudadanos estadounidenses que se hacen pasar por canadienses durante sus viajes internacionales. Este fenómeno, conocido como flag jacking, ha provocado la indignación de los verdaderos canadienses y reabierto el debate sobre la percepción de Estados Unidos en el mundo, reporta la CNN.

El caso que reavivó la polémica

Chelsea Metzger, de 33 años y originaria del estado de Nueva York, nunca pensó que tendría que mentir sobre su nacionalidad. Durante unas vacaciones en República Dominicana a principios de este año, una confrontación en un bar franco-canadiense cambió su perspectiva para siempre.

Mientras veía la final del torneo de hockey 4 Nations Face-Off entre Canadá y Estados Unidos, Metzger gritó “¡Vamos, EU!” cuando su equipo anotó. La reacción fue inmediata y violenta: una pareja canadiense le gritó que “Estados Unidos es egoísta y está arruinando todo para Canadá y el mundo”.

¿Por qué los estadounidenses se hacen pasar por canadienses? Los turistas estadounidenses adoptan esta estrategia para evitar confrontaciones, rechazo de servicios y sentimientos antiestadounidenses que han surgido especialmente durante la administración de Donald Trump, buscando aprovechar la mejor reputación internacional de Canadá.

Después de ese incidente, cuando Metzger intentó tomar un taxi y el conductor local la confundió con una canadiense, decidió no corregirlo. El contraste fue evidente: cuando se identificó como estadounidense ante otro taxista, este simplemente le dijo “OK, que tengas un buen día” y se marchó sin ofrecerle el servicio.

Un fenómeno que resurge

Esta práctica no es nueva. Durante los años 2000, especialmente durante las invasiones estadounidenses de Afganistán e Irak, muchos jóvenes estadounidenses cosían banderas canadienses en sus mochilas mientras viajaban por Europa. La serie Los Simpson incluso satirizó esta tendencia en un episodio de 2005, donde Lisa Simpson decide fingir ser canadiense durante un viaje a Italia.

¿Qué es el flag jacking? El flag jacking es la práctica de ciudadanos estadounidenses que se identifican falsamente como canadienses y exhiben la bandera de Canadá en sus pertenencias para evitar el sentimiento antiestadounidense durante sus viajes internacionales.

La indignación canadiense

Los canadienses no están tomando esta situación a la ligera. Tod Maffin, comentarista cultural canadiense, creó un video viral que ha alcanzado más de 100,000 visualizaciones en el que critica duramente esta práctica.

“Por alguna razón, los estadounidenses piensan que somos su pasaporte de respaldo. El primer ‘absolvedor’ moral de doble acción del mundo” dice Maffin en su mordaz mensaje. “Llamarse canadiense no es una medida de seguridad. Es arte performático”.

El resentimiento canadiense ha crecido especialmente durante la administración Trump, con sus amenazas de anexar Canadá como el estado 51, la guerra comercial de aranceles y los constantes desaires al ex primer ministro Justin Trudeau. Esto ha endurecido a los canadienses contra sus vecinos del sur y ha reavivado una forma de nacionalismo canadiense que no se veía en décadas.

Un nacionalismo definido por contraste

Robert Schertzer, profesor asociado de ciencias políticas de la Universidad de Toronto, explica que “las amenazas externas son lo que estimula las respuestas nacionalistas”. En Canadá, esto se ha manifestado en el abucheo al himno estadounidense en eventos deportivos, el boicot a viajes y productos estadounidenses, y un mayor orgullo por la bandera canadiense.

El propio Trudeau definió la identidad nacional canadiense por contraste en una entrevista con CNN: “Los canadienses están increíblemente orgullosos de ser canadienses. Una de las formas en que nos definimos más fácilmente es: ‘Bueno, no somos estadounidenses’”.

Cuando la mentira se descubre

No todos los intentos de hacerse pasar por canadienses son exitosos. Grace, una joven republicana de 22 años de Michigan, intentó la estrategia durante un viaje por Grecia este verano. Cuando un mesero le preguntó de qué parte de Canadá era, su amiga respondió rápidamente “Ontario”, sin saber que el camarero conocía bien la provincia y comenzó a mencionar lugares específicos que ellas desconocían completamente.

“Después de eso decidimos no volver a hacerlo porque fue bastante incómodo no poder respaldarlo. Fue solo una idea tonta”, admitió Grace.

El riesgo para la reputación canadiense

Para los canadienses como Maffin, esta práctica es problemática porque arriesga manchar la reputación global de Canadá. “Casi no hay lugares en este mundo donde puedas aparecer, decir que eres de Canadá y no ser bienvenido”, señala. “Lo mismo no se puede decir de los estadounidenses. La solución es arreglar tu propia casa, no venir a la nuestra y ponerte nuestra ropa”.

Los canadienses consideran esta práctica como una forma de apropiación cultural, fraude y una burla a su bandera nacional. Argumentan que es especialmente irónico viniendo de un país que se proclama como “el más grande del mundo” a través del excepcionalismo estadounidense.

El fin del “canadiense de apoyo emocional”

Los días en que los canadienses ofrecían su hombro solidario como “canadienses de apoyo emocional” a sus vecinos anti-MAGA parecen haber terminado. La nueva realidad política ha endurecido las relaciones y ha hecho que los canadienses protejan más celosamente su identidad nacional.

Como señala Maffin: “Canadá es un país. No somos una tienda de disfraces”. El mensaje es claro: la bandera canadiense no es un escudo ni una capa de invisibilidad para los turistas estadounidenses que buscan evitar las consecuencias de las políticas de su propio país.

Preguntas frecuentes

¿Es legal hacerse pasar por canadiense durante un viaje?
Aunque identificarse falsamente como ciudadano de otro país no constituye un delito grave en la mayoría de contextos turísticos, podría considerarse fraude en situaciones oficiales y puede traer consecuencias legales si se hace ante autoridades migratorias.

¿Funciona realmente fingir ser canadiense?
Los resultados son mixtos. Mientras algunos turistas reportan un trato más amigable, otros han sido descubiertos por su acento, falta de conocimiento sobre Canadá, o por canadienses reales que los confrontan.

¿Cómo reaccionan los canadienses ante esta práctica?
La mayoría de canadienses se sienten ofendidos y consideran que es una forma de apropiación cultural que puede dañar la reputación internacional de su país.

Artículo original CNN.