El movimiento MAGA critica cambio de narrativa oficial. El republicano arremete contra quienes exigen se revele la “lista secreta” de Jeffrey. The Wall Street Journal publica supuesta carta de Trump al empresario. El presidente demanda al diario
Redacción Canadá Crónica Latina
MONTREAL, 19 de julio de 2025.— El escándalo en torno a Jeffrey Epstein ha revivido un terremoto político en Estados Unidos, con Donald Trump en el centro de la tormenta tras nuevas revelaciones, cambios de posición y una creciente presión desde su propia base política.
De conocido a salpicado político
La agencia AP destaca que Trump y Epstein mantuvieron una relación social durante los años 90 y principios de los 2000, hasta que Epstein fue condenado en 2008 por delitos sexuales. Aunque Trump siempre ha negado haber participado en las actividades delictivas de Epstein, la publicación de nuevos documentos y testimonios han avivado el debate en torno a su posible implicación o conocimiento de los hechos.
Según una nueva encuesta de Reuters e Ipsos retomada por medios estadounidenses, 69 % de los estadounidenses cree que la administración Trump oculta la presunta lista de clientes de Epstein.
El sondeo, en el que participaron 1,027 personas en todo Estados Unidos, reveló también que solo 17 % aprueba el manejo del caso por parte de Trump, frente a 54 % que lo desaprueba y 29 % que no está seguro.
El giro en la narrativa: Atacar a sus propios seguidores
En sus primeras reacciones, Trump parecía dispuesto a favorecer la transparencia sobre el caso Epstein, asegurando que estaría bien que los tribunales supervisaran la publicación de los testimonios del gran jurado relacionados con Epstein. Sin embargo, a medida que aumentaba la presión pública —principalmente del movimiento Make America Great Again (MAGA), que exige la publicación de la llamada “lista secreta” de clientes de Epstein—, Trump cambió de tono:
- Criticó la obsesión con el caso, calificando el tema como “sórdido pero aburrido”, y sugirió que “la atención solo interesa a personas malas y a medios sensacionalistas”, según una nota de BBC News.
- Arremetió contra quienes promovían supuestas teorías de encubrimiento, llegando a llamar “débiles y estúpidos” a ciertos seguidores que pedían mayor transparencia respecto a la lista de clientes.
- Aseguró que cualquier decisión sobre nuevos documentos depende de la fiscal general y la aprobación judicial, distanciándose así de la responsabilidad política directa.
La lista que nunca llega y la decepción MAGA
Desde hace años, líderes y medios afines al movimiento MAGA han exigido la liberación de una supuesta lista de clientes o visitantes relevantes a la isla de Epstein. Aunque Trump y su equipo insinuaron durante meses que dicha lista podría revelarse, tanto el Departamento de Justicia como el FBI han declarado que no existe evidencia de una “lista secreta” que comprometa a otras personalidades, alimentando la frustración de sus seguidores.
Este desmentido —y la percepción de una falta de acción contundente por parte de Trump— detonó una ola de indignación en las redes MAGA, dejando al presidente en una posición incómoda ante parte de su base electoral.
The Wall Street Journal y la demanda de Trump
El punto álgido de la controversia se produjo cuando The Wall Street Journal publicó una investigación donde daba a conocer la existencia de una carta de tono sexual explícito supuestamente enviada por Trump a Epstein en 2003, acompañando un álbum de cumpleaños. El exmandatario reaccionó furiosamente:
- Negó rotundamente haber escrito la carta, calificándola de “falsa, maliciosa y difamatoria”.
- Anunció una demanda judicial por difamación contra The Wall Street Journal y su propietario, Rupert Murdoch, acusándolos de inventar información para dañar su reputación.
“Acabamos de presentar una demanda poderosa contra todos los implicados en la publicación del artículo falso, malicioso, difamatorio, fake news en el ‘trapo’ inútil que es The Wall Street Journal”, escribió Trump en sus redes sociales.
El mandatario reclama 10,000 millones de dólares en daños, mientras la fiscal general, Pam Bondi, pidió a un juez federal en Nueva York levantar la reserva sobre el testimonio de Epstein, quien murió en una celda esperando juicio por tráfico sexual.
Purga judicial y destituciones
La crisis interna se agravó con la destitución de Maurene Comey, fiscal federal en Nueva York que investigaba el caso Epstein, en medio de rumores de descontento por parte de Trump sobre el manejo de los archivos. Aliados y críticos han interpretado este despido como un intento de controlar la narrativa judicial.
Las presiones y las respuestas ambiguas
Trump, tratando de calmar la presión, instruyó el jueves pasado a la fiscal general Pam Bondi a preparar la liberación de ciertos testimonios judiciales, pero sujetos siempre a “la aprobación de los tribunales” y limitando el alcance a Epstein y su colaboradora Ghislaine Maxwell. No obstante, esto no ha satisfecho a sus críticos ni a buena parte de su electorado más leal.
Un caso sin cierre
El caso Epstein se mantiene como una “pesadilla política” y la mayor crisis reciente para Trump desde su regreso al poder. La negativa a hacer pública la lista, el ataque a seguidores propios y la reciente batalla legal contra los medios son síntomas de una administración atrapada entre las exigencias de transparencia y el control de daños.
Preguntas frecuentes
¿Qué dice Trump sobre su relación con Epstein?
Trump admite haber coincidido socialmente con Epstein, pero niega cualquier actividad delictiva e insiste en que nunca visitó la isla de Epstein.
¿Por qué Trump ha cambiado de tono respecto al caso?
Inicialmente mostró predisposición a publicar información, pero ante la presión y la falta de evidencia concreta, pasó a criticar a sus propios seguidores y a la prensa que insisten en el tema.
¿Por qué Trump demandó a The Wall Street Journal?
Por la publicación de una supuesta carta sexual dirigida a Epstein, que Trump califica de completamente falsa y difamatoria.
¿Qué impacto ha tenido esto en la base de seguidores MAGA?
Ha generado una de las mayores crisis internas, con líderes y usuarios desilusionados por la falta de respuestas y la resistencia a publicar documentos comprometedoras.
Con información de BBC News, Reuters y AP.