Crónica Latina Canadá

Servicios y enlaces para la comunidad latina en Canadá.

Nayib Bukele y la polémica por la reelección indefinida


Mientras el gobierno de El Salvador presume respaldo popular y legitimidad, críticos advierten sobre la “erosión” de la institucionalidad democrática y la posibilidad de un modelo autoritario. “El gobierno necesita la continuidad para consolidar sus políticas de seguridad”, aduce el presidente

Redacción Canadá Crónica Latina


MONTREAL, 7 de agosto 2025.— “El Salvador rompe sus propios límites democráticos: la reelección presidencial indefinida ya es una realidad”. Así titulan los principales medios tras la reciente aprobación en la Asamblea Legislativa de una serie de reformas constitucionales que permiten a Nayib Bukele presentarse de manera ilimitada a la presidencia. ¿Cómo se llegó a este punto? ¿Qué establecía la Constitución? ¿Cuáles son las implicaciones para el futuro del país?

Antecedentes históricos y legales

Desde 1983, la Constitución salvadoreña establecía límites claros a la reelección presidencial. El artículo 152 establecía: “La persona que haya desempeñado la Presidencia de la República por más de seis meses, consecutivos o no, durante el periodo inmediato anterior, no podrá ser candidato a la Presidencia de la República”. Por su parte, el artículo 154 indicaba que el mandato presidencial tenía una duración de cinco años y no podía ser extendido, sentando así un dique institucional a la acumulación de poder en el Ejecutivo. Según la BBC, estas provisiones fueron pensadas como salvaguardias tras la guerra civil, buscando evitar el caudillismo y promover la alternancia política.

La Sala de lo Constitucional de 2021

En mayo de 2021, la Asamblea Legislativa, dominada por el partido Nuevas Ideas, destituyó a los magistrados titulares de la Sala de lo Constitucional y nombró a nuevos integrantes. Poco después, la Sala emitió en septiembre de 2021 una resolución histórica interpretando que la prohibición de reelección inmediata vulneraba los derechos políticos tanto del electorado como del presidente, permitiendo así la postulación consecutiva, de acuerdo con una nota de El País.

El presidente de la Sala en ese momento era Óscar Alberto López Jerez. “Se aprobó el acuerdo de reformas a la Constitución… para darle toda la libertad y todo el poder al pueblo para que sea solo él quien decida cuánto tiempo quiere apoyar a sus gobernantes”, expresó Ernesto Castro, presidente de la Asamblea.

Las dos caras de la moneda

Argumentos en favor (gobierno):

  • El oficialismo sostiene que la “voluntad del pueblo” debe estar por encima de cualquier restricción constitucional. Según NTN24, el propio presidente Bukele y líderes del partido Nuevas Ideas aseguran que la reforma restituye a la ciudadanía el control sobre la continuidad de sus gobernantes, argumentando legitimidad en las urnas.
  • “Bukele defendió las reformas diciendo que el país avanza en la correcta dirección y que solo se está alineando con el derecho humano del presidente y el pueblo, comparando la situación con la de países desarrollados, aunque diversas verificaciones han desmentido esto”, se lee en Swissinfo.
  • En el sitio oficial de la Presidencia de El Salvador se publica una nota donde sostiene que “el gobierno necesita la continuidad para consolidar sus políticas de seguridad y desarrollo económico, especialmente la llamada guerra contra las pandillas, con la cual ha logrado una reducción histórica de homicidios”.

Argumentos en contra (oposición y analistas):

  • Opositores y analistas nacionales e internacionales consideran que la decisión representa una violación flagrante de la Constitución, equivalente a un “golpe de Estado técnico”, según la diputada Marcela Villatoro del partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA).
  • Organizaciones como Cristosal y Human Rights Watch han advertido, citadas por El País, que la reelección indefinida erosiona la democracia, debilita los contrapesos institucionales y facilita la concentración del poder.
  • “Con esta reforma, está prácticamente cerrada la vía electoral como mecanismo para la alternancia de poder”, advirtió la organización Acción Ciudadana, recogido por El País.
  • Desde el exterior, líderes como el venezolano César Pérez Vivas consideran que la reforma es una “mala noticia para la democracia en el continente”, advirtiendo sobre el declive de la alternancia democrática en Latinoamérica. (Swissinfo)

Datos duros: ¿Qué dice la gente?

Las últimas encuestas reflejan un respaldo abrumador a Bukele pero matices en el apoyo a la reelección indefinida. Según Tresearch, en septiembre de 2022, 94.3% de los salvadoreños decía que votaría por la reelección de Bukele.

CID-Gallup reportó en mayo de 2025 una aprobación de 84%, mientras LPG Datos la situaba en 85.2%—cifras que se mantienen por encima de 80% pese a ligeras caídas frente a años anteriores. Sin embargo, cuando se indaga sobre la “reelección indefinida”, algunas mediciones revelan mayor escepticismo o reservas.

En las elecciones de 2024, Nayib Bukele obtuvo una victoria histórica con 83.14% de los votos válidos, consolidando un control casi absoluto sobre el sistema político salvadoreño, según la BBC y Directorio Legislativo. Los partidos tradicionales, Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y ARENA, no alcanzaron ni 10% de los votos cada uno, sufriendo la mayor derrota de su historia.

Lo que podría pasar

Escenario 1: Consolidación del “bukelismo”

El modelo político del presidente Nayib Bukele podría consolidarse a largo plazo, debilitando a la oposición y alineando los principales órganos del Estado con el Ejecutivo. La “guerra contra las pandillas” y otros proyectos estrella se fortalecerían, instaurando un nuevo paradigma de seguridad como política de Estado, según estima El País.

Escenario 2: Resistencia democrática y críticas internacionales

Aunque la oposición nacional se ha visto severamente disminuida, organizaciones de la sociedad civil, la Organización de Estados Americanos, la Organización de Naciones Unidas y gobiernos como Estados Unidos han expresado su preocupación, advirtiendo sobre los riesgos de concentración de poder y erosión institucional. 

Estas críticas podrían traducirse en sanciones o presiones diplomáticas, aunque sus efectos inmediatos serían limitados. (AP)

Escenario 3: El precedente para el futuro

La decisión de habilitar la reelección indefinida podría ser utilizada por futuros presidentes, aún si no gozan del respaldo popular de Bukele, sentando un precedente para eventuales crisis institucionales. Algunos analistas citados por BBC y El País señalan que revertir la reforma solo sería viable con un cambio sustancial de correlación de fuerzas políticas en el futuro.

El legado de la decisión

La decisión de habilitar la reelección indefinida en El Salvador marca un nuevo capítulo en la historia política del país: la popularidad del presidente choca con los límites constitucionales y abre un intenso debate entre la legitimidad democrática y los riesgos del personalismo. Mientras el gobierno presume respaldo popular y legitimidad, críticos y expertos advierten sobre la “erosión” de la institucionalidad democrática y la posibilidad de un modelo autoritario con menor rendición de cuentas. (Swissinfo)

¿Ha sacrificado El Salvador su institucionalidad democrática en aras de la estabilidad y la seguridad? ¿O estamos presenciando el nacimiento de un nuevo modelo político regional?


Preguntas frecuentes

¿El Salvador permite la reelección presidencial indefinida?
Sí. En 2025, la Asamblea Legislativa aprobó una reforma que elimina las limitaciones a la reelección presidencial.

¿La reforma es legal según la Constitución de 1983?
Analistas y juristas consideran que contradice la letra y el espíritu de la Constitución original de 1983.

¿Apoya la población la reelección de Bukele?
Actualmente, las encuestas marcan una aprobación presidencial superior al 80%. El apoyo explícito a la reelección (aunque no necesariamente indefinida) también es alto.

¿Qué opinan organismos internacionales?
OEA, ONU y diversas ONG de derechos humanos han manifestado su preocupación por los riesgos para la democracia y la concentración de poder.

Con información de BBC, El País y Swissinfo.