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Tailandia y Camboya: Cuando dos reinos vecinos se enfrentan


Se desatan enfrentamientos armados entre los dos países, en su peor crisis en 15 años. Los ataques dejan 12 muertos. Territorios en disputa han sido fuente de tensión durante décadas. Ambas naciones se culpan del inicio de hostilidades

Redacción Canadá Cronica Latina


MONTREAL, 25 de julio de 2026.— El jueves pasado, el sudeste asiático despertó con noticias alarmantes: Tailandia y Camboya, dos países vecinos que comparten una frontera de más de 800 kilómetros, se enfrentaron en combates de una intensidad no vista en casi 15 años.

El conflicto se desarrolla en el llamado “Triángulo Esmeralda” y ha ocasionado daños en las provincias de Surin y Sisaket, en Tailandia, y en las de Oddar Mean Chey y Preah Vihear, en Camboya.

Bangkok y Nom Pen se culpan mutuamente del inicio de las hostilidades, alegando que la otra parte estaba atacando a sus civiles.

Saldo: 12 muertos y 35 heridos en Tailandia

Los números de este enfrentamiento hablan por sí solos: 12 muertos (11 de ellos civiles) y 35 heridos del lado tailandés. Entre las víctimas se encuentran estudiantes y un niño de apenas 8 años. Una tienda cerca de una gasolinera fue impactada por cohetes camboyanos, mientras que proyectiles alcanzaron un hospital de 30 camas, provocando el colapso parcial de su techo.

La respuesta militar de Tailandia fue inmediata y contundente. Las autoridades ordenaron el despliegue de seis aviones de combate F-16 que bombardearon “dos objetivos militares camboyanos en tierra”, confirmó el portavoz militar tailandés. Por su parte, Camboya respondió con artillería y cohetes, aunque no ha comunicado oficialmente sus bajas.

Los combates se concentraron en seis puntos específicos de la frontera, particularmente cerca de antiguos templos en disputa, en la zona que conecta la provincia tailandesa de Surin con la camboyana de Oddar Meanchey.

Una frontera heredada del colonialismo francés

Para entender este conflicto, debemos retroceder más de un siglo. La frontera entre ambos países fue trazada durante el período de la Indochina francesa, cuando Camboya era un protectorado francés y Tailandia (entonces Siam) mantenía su independencia navegando hábilmente entre las potencias coloniales.

Esta demarcación colonial dejó zonas grises y territorios en disputa que han sido fuente de tensión durante décadas. El área más conflictiva es conocida como el “triángulo de esmeralda”, una región estratégica por su valor simbólico y económico.

La chispa que encendió la actual crisis se remonta a finales de mayo, cuando un soldado camboyano murió durante un intercambio nocturno de disparos en esta zona disputada. Desde entonces, las medidas de represalia de ambos bandos han ido escalando, afectando la economía local y la vida de miles de habitantes fronterizos.

El miércoles anterior a los combates, la tensión alcanzó un punto crítico cuando un soldado tailandés perdió una pierna al pisar una mina terrestre. Tailandia acusó a Camboya de haber colocado nuevas minas en la frontera, acusación que Phnom Penh negó rotundamente, argumentando que se trataba de minas antiguas de “guerras del pasado”.

Una historia de enfrentamientos cíclicos

Este no es el primer episodio violento entre ambos países. El antecedente más grave ocurrió entre 2008 y 2011, cuando los enfrentamientos alrededor del templo de Preah Vihear dejaron al menos 28 muertos y decenas de miles de desplazados.

Preah Vihear, un templo khmer (grupo étnico mayoritario de Camboya) del siglo XI declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, simboliza perfectamente la complejidad de estas disputas fronterizas. Aunque la Corte Internacional de Justicia lo adjudicó a Camboya en 1962, el acceso principal al templo se encuentra en territorio tailandés, creando una situación perpetuamente tensa.

Llamados urgentes al diálogo

La comunidad internacional reaccionó con alarma ante la escalada. La Unión Europea y China, que mantiene tradicionalmente buenas relaciones con ambos países, se declararon “profundamente preocupadas” y pidieron diálogo inmediato.

Francia, la antigua potencia colonial en Camboya, solicitó el cese inmediato de los combates y la apertura de negociaciones. Estados Unidos hizo un llamado a la “cesación inmediata de las hostilidades, la protección de los civiles y una solución pacífica”.

Particularmente significativo fue el pronunciamiento del primer ministro malasio Anwar Ibrahim, quien como presidente rotativo de la ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático) pidió “moderación” a ambos países, esperando que abran negociaciones.

Las consecuencias diplomáticas

El conflicto provocó una crisis diplomática de proporciones. Camboya redujo las relaciones diplomáticas con Tailandia al “nivel más bajo”, mientras que Bangkok retiró a su embajador de Phnom Penh y expulsó al embajador camboyano.

El primer ministro camboyano Hun Manet elevó el caso al Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas, denunciando ataques “no provocados, premeditados y deliberados” por parte de Tailandia y solicitando una reunión de emergencia.

La crisis incluso tuvo repercusiones políticas internas en Tailandia, donde la primera ministra Paetongtarn Shinawatra enfrentó la suspensión tras un escándalo relacionado con una llamada telefónica filtrada al veterano líder camboyano Hun Sen.

Un conflicto que trasciende las fronteras

Este enfrentamiento ilustra cómo las herencias coloniales continúan generando conflictos en el siglo XXI. También demuestra la fragilidad de la paz en una región estratégicamente vital para el comercio global y la estabilidad asiática.

Para los habitantes de ambos lados de la frontera, estas disputas políticas se traducen en tragedias humanas reales: familias separadas, economías locales destruidas y, en el peor de los casos, vidas perdidas por líneas trazadas hace más de un siglo en mapas coloniales.

La crisis entre Tailandia y Camboya nos recuerda que, en un mundo interconectado, los conflictos “lejanos” pueden tener implicaciones globales, especialmente en una región que es clave para las cadenas de suministro mundiales y el equilibrio geopolítico en Asia.


Preguntas frecuentes

¿Por qué se pelean Tailandia y Camboya?

Los dos países disputan territorios fronterizos cuyas demarcaciones fueron establecidas durante el período colonial francés, dejando zonas grises que han generado tensiones durante décadas.

¿Es común que estos países se enfrenten militarmente?

No. Aunque tienen disputas territoriales recurrentes, enfrentamientos de esta magnitud son raros. El anterior episodio grave ocurrió entre 2008-2011 alrededor del templo de Preah Vihear.

¿Qué es el “triángulo de esmeralda”?

Es el apodo de una zona fronteriza en disputa donde comenzó la actual crisis tras la muerte de un soldado camboyano en mayo. Es estratégica por su valor simbólico y económico.

¿Cómo afecta esto a la región?

El sudeste asiático es crucial para el comercio global. Cualquier inestabilidad puede afectar las cadenas de suministro y el equilibrio geopolítico en una región donde China y Estados Unidos compiten por influencia.

Con información de RT y AFP.