El popular buscador indexa consultas hechas a la IA, cuando usuarios deciden compartir sus búsquedas, informan medios especializados. Aunque OpenAI no muestra explícitamente el nombre del usuario, en muchos casos se revelan detalles personales suficientes para que terceros los identifiquen
Redacción Canadá Crónica Latina
MONTREAL, 1 de agosto de 2025.— El avance meteórico de la inteligencia artificial y los chatbots como ChatGPT ha transformado la forma en que interactuamos, investigamos y buscamos respuestas en internet. Sin embargo, este cambio viene acompañado de nuevos desafíos, especialmente en materia de privacidad. El reciente hallazgo de que Google ha estado indexando miles de conversaciones privadas mantenidas en ChatGPT ha generado gran preocupación entre usuarios, expertos en tecnología y defensores de los derechos digitales.
¿Cómo ha sucedido este fenómeno?, ¿qué riesgos supone para la privacidad de las personas?, ¿qué dice OpenAI al respecto? y, ¿cómo puedes protegerte? Acá te lo decimos.
¿Qué ha sucedido? Google indexa chats de ChatGPT
En julio de 2025, diversos medios tecnológicos y especialistas en SEO reportaron que Google está mostrando en sus resultados miles de conversaciones que los usuarios mantuvieron con ChatGPT. Estas conversaciones no se encuentran protegidas ni ocultas; basta con realizar una simple búsqueda específica para encontrarlas, algunas de ellas conteniendo datos extremadamente personales, desde experiencias traumáticas hasta información profesional sensible, de acuerdo con la página Fast Company.
¿Por qué aparecen estas conversaciones en Google?
El portal explica en su nota que la clave radica en una función conocida como el botón “Compartir” de ChatGPT. Cuando un usuario decide compartir una conversación —por ejemplo, enviando el enlace a un amigo o guardándolo para referencia futura—, se genera un enlace público. Lo que muchos ignoran es que estos enlaces (por ejemplo, ‘https://chatgpt.com/share/XXXX’) pueden ser rastreados e indexados por los motores de búsqueda, incluido Google.
La mayoría de usuarios asume que compartir el enlace es una acción privada limitada a sus contactos, pero la realidad es diferente: cualquiera que encuentre ese enlace puede leer la conversación íntegra, y Google puede listarla en sus resultados. Un sitio especializado estimó alrededor de 4,500 chats apareciendo mediante este método, y la cifra sigue creciendo.
¿Qué tipo de información se expone?
Lo alarmante es la diversidad y sensibilidad de la información visible. Desde pedidos domésticos y recetas de cocina, hasta solicitudes de ayuda sobre salud mental, código confidencial de empresas, análisis de propuestas laborales o perfiles de LinkedIn. Estas conversaciones aparecen en múltiples idiomas y, aunque OpenAI no muestra explícitamente el nombre del usuario, en muchos casos se revelan detalles personales suficientes para que terceros los identifiquen.
Algunos casos reseñados incluyen discusiones sobre problemas familiares, datos de inicio de sesión, diagnósticos de enfermedades y estrategias de negocios. Incluso se han filtrado conversaciones laborales internas de grandes compañías debido a descuidos de empleados, publica la web especializada Genbeta.
¿Es un error técnico o una decisión de diseño?
Expertos consideran que esta situación no es resultado de un fallo técnico sino de una consecuencia lógica de la función “compartir”: al crear enlaces públicos, estos pueden ser rastreados si no están bloqueados mediante herramientas como robots.txt o configuraciones adecuadas.
¿Cómo han reaccionado OpenAI y Google?
Hasta la fecha, OpenAI no ha emitido un comunicado público detallado sobre este incidente. En la sección de preguntas frecuentes, la empresa enfatiza la responsabilidad del usuario: si compartes un enlace, debes estar consciente de que alguien más podría acceder a él y recomienda borrar cualquier conversación compartida si no deseas que siga disponible. Sin embargo, si un tercero ya guardó una copia, tu control sobre la exposición desaparece.
Google sostiene que únicamente indexa el contenido que es accesible públicamente en la web y que la responsabilidad recae sobre la configuración de privacidad de las plataformas originales. Sin embargo, esto abre el debate sobre el diseño de estas herramientas y la educación digital de los usuarios.
Implicaciones para la privacidad y la seguridad
La exposición involuntaria de estas conversaciones revela la frágil línea entre lo privado y lo público en la era de la inteligencia artificial. No solo se vulnera la privacidad individual, sino que pueden surgir riesgos legales y profesionales: datos confidenciales quedarían disponibles para cualquier persona, potencialmente utilizables en fraudes, chantajes, ingeniería social o procesos legales.
Sam Altman, CEO de OpenAI, recalcó recientemente que las conversaciones con ChatGPT no cuentan con confidencialidad legal. Esto implica que cualquier cosa que escribas —incluso si la borras de tu historial— puede ser utilizada en procedimientos judiciales o ser entregada a las autoridades si así se requiere.
¿Cómo puedes protegerte?
- Nunca compartas información personal o sensible a través de ChatGPT ni de otros modelos similares.
- Evita usar funciones de compartir a menos que entiendas que el enlace se vuelve público y rastreable.
- Borra cualquier enlace compartido mediante las herramientas provistas por OpenAI si deseas revocar su acceso.
- Ten presente que, aunque borres el enlace, si alguien más ya salvó la conversación o el enlace, el control se ha perdido.
- Si trabajas en empresa, evita introducir información confidencial, claves o datos estratégicos en este tipo de chats.
Considera revisar frecuentemente la configuración de privacidad y mantente actualizado con comunicados oficiales.
Reflexión sobre el impacto en sociedad
Este caso simboliza los desafíos de la nueva economía digital y la IA: ¿qué ocurre cuando los sistemas que usamos cotidianamente pueden volverse, por acción o por omisión, ventanas abiertas al mundo? La educación digital resulta indispensable, así como el diseño de sistemas que prioricen la privacidad por defecto y minimicen los riesgos humanos.
Las brechas legales y de gobernanza tecnológica siguen abiertas. Al día de hoy, no existe un marco legal internacional que garantice confidencialidad entre usuarios y chatbots, algo que —tras lo ocurrido— muchos expertos consideran urgente revisar.
Preguntas frecuentes
¿Por qué aparecen mis conversaciones de ChatGPT en Google?
Porque si compartiste un chat mediante el botón “compartir”, se generó un enlace público que Google puede rastrear e indexar, mostrando la conversación a cualquiera.
¿Se puede quitar mi conversación del índice de Google?
Sí, pero debes eliminar el enlace compartido en ChatGPT. Sin embargo, si alguien guardó el contenido o la URL antes de que lo borrases, no puedes evitar que lo siga compartiendo. Google también puede tardar en actualizar su índice tras el borrado.
¿Esto es exclusivo de ChatGPT?
No, otros servicios con funciones similares corren riesgos análogos si no gestionan bien la privacidad de los enlaces y el contenido compartido.
Con información de Fast Company y Genbeta.